Recomendaciones para una alimentación saludable de acuerdo con la edad del niño y adolescente




Recomendaciones para una alimentación saludable de acuerdo con la edad del escolar del niño y adolescente


Recomendaciones para una alimentación saludable de acuerdo con la edad del niño y adolescente

◗ De 3 a 6 años
Es una  etapa esencial en la formación de hábitos alimentarios. Se debe:
• Educar a “comer  de todo”.
• Atender las necesidades de energía, por tratarse de un periodo importante de
la vida para  el normal crecimiento y desarrollo, y
de gran  actividad física.
• Cuidar el aporte de proteínas de  muy  buena calidad  (carnes,  pescados,  huevos, lácteos),   pues    las necesidades son,  proporcionamente , mayores que  las de    la    población adulta.
• Iniciar en el hábito de un desayuno completo.
• Evitar el abuso de dulces, “chucherías” y refrescos.
• Dedicar  el tiempo necesario para  que  el niño aprenda a  comer  disfrutando.  Los  alimentos no deben ser percibidos por él como un premio o un castigo.

◗ De 7 a 12 años
Las necesidades de crecimiento siguen siendo prioritarias, por  lo que  hay  que  cuidar  el aporte energético de  la dieta controlando el peso y ritmo de desarrollo del niño. Sus preferecias  alimentarias se  van  asentando y hay  que orientarlas adecuadamente, pues  suelen presio- nar a la familia  para comer  sólo lo que les gusta y, con frecuencia, manejan dinero y son autónomos en la compra o elección  de alimentos.
• Evitar que  abusen de dulces,  refrescos, quesos grasos y cremas de untar, y de alimentos muy salados.
• Existen  alimentos imprescindibles que  deben tomar para su normal crecimiento y desarrollo, como:
- a diario: lácteos, frutas, verduras, ensalada, pan
- alternando: carnes y transformados cárnicos, pescados grasos y magros (blancos y azules) y huevos
- legumbres, arroz, pastas, combinándolos a lo largo de la semana
Se  recomienda moderación en  el  consumo de bollos,  dulces   y  refrescos  y, por  supuesto,  no deben tomar bebidas alcohólicas aunque sean de baja graduación. 

◗ De 13 a 16 años
Estos años se produce el denominado “estirón” y llega  a alcanzar la estatura  definitiva, lo que obliga  a  cuidar  muy  especialmente la  dieta, procurando que sea calóricamente suficiente y con  un  buen aporte de proteínas de alta calidad  y calcio. Recordemos que los alimentos  son  los  materiales que  utiliza  nuestro organismo para formar músculos y esqueleto.

• Se deben vigilar los excesos para  no caer en el sobrepeso o la obesidad.
• La familia  debe  supervisar el  tipo  de  dietas que siguen los chicos de esta edad, para  evitar que  hagan, por  su cuenta, combinaciones de alimentos absurdas o muy  monótonas con la finalidad de adelgazar. Pueden provocarse importantes deficiencias de nutrientes o caer en  inapetencias peligrosas, hasta llegar  a  la anorexia.
• Hay que estimularles para  que lleven una  vida activa  y dediquen parte de su ocio a la práctica de algún deporte.
• Se debe  evitar  hacer  de  la comida una  situación de conflicto que interfiera con las relaciones afectivas.
• Deben  ser informados sobre  la correcta nutrición y su importancia para  la salud, la estética y el bienestar en general.

◗ El peso adecuado

La familia tiene que  supervisar la  dieta de  sus hijos  evitando que   el  consumo  abusivo (dieta hipercalórica) les lleve a alcanzar un peso  excesi- vo. Este sobrepeso se convierte, posteriormente, en un  lastre social, una  incomodidad personal y, lo que  es  más  importante, un  factor de  riesgo para  muchas enfermedades que  aparecen en  la vida adulta. El pediatra aconsejará acerca  de cual- quier  problema relativo al peso  (exceso/defecto), el crecimiento y el desarrollo del niño.

◗ El ejercicio físico
El ejercicio  físico es un complemento esencial de la dieta saludable para promover la salud  y proteger a la población infantil y adolescente de enfermedades que aparecen en la vida adulta.

Se puede estimular la  práctica de  un  deporte de acuerdo con las aficiones, habilidades y capacidades de cada  niño, pero lo más  importante es educar en una vida activa en la que se practiquen habitualmente una serie de movimientos cotidianos como andar, pasear, subir escaleras, etc. Hay que acostumbrarles a incorporar el ejercicio a las actividades de ocio y a evitar el sedentarismo (exceso de televisión, ordenador, etc.). La práctica del ejercicio físico es muy importan- te para luchar contra el exceso de peso y la obesidad.